mercredi, mars 24, 2010

5 cosas que echo de menos de España

Sí, sí, ya lo sé. Francia está pegada a España y aquí se encuentra prácticamente todo. En los supermercados hay lo mismo y no me he ido a vivir a Bangladesh. Aún así hay ciertas cosas que me han sido imposible encontrar. Y no hablo del gazpacho, el cola-cao o el jamón ibérico, que eso ya lo sabía antes de venir. Hablo de esos pequeños detalles que no sabes que necesitas hasta que dejas de tenerlos. He aquí 5 ejemplos ilustrados:

1.El Fairy.
Aceptémoslo, para que una jabón quite toda esa grasa pegada al fondo de la sartén, tiene que dejarte las manos como lijas. No hay aroma que le quite al Fairy ese olor a... Fairy. Pero es que es una maravilla ¡como quita la grasa! No hay jabón igual en el mundo entero.

Alternativa francesa que me he visto obligada a utilizar: un jabón marca Leader Price que no sirve para nada. Eso sí, tiene un olor a manzana tan delicioso que dan ganas de utilizarlo como gel de ducha.

2. La revista Esquire.
La descubrí tan solo unos meses antes de venir a París, una pena. Creo que es la única revista española que me resulta interesante (después de la desaparecida Ling Magazine de Vueling). Ahora que soy adicta, ya no puedo comprarla...


Alternativa francesa a la que me estoy acostumbrado: la revista que trae los sábados el periódico Le Figaro. Se llama Madame Figaro y es una revista de moda interesante. Hasta a Pepe le gusta.

3. La radio en español.
Era casi mi mejor amiga, siempre estaba ahí, contándome cosas y haciéndome compañía. Sé que la puedo escuchar por Internet, pero todos sabemos que no es lo mismo. Se acabó lo de pasearse por la casa con el transistor...

Alternativa: la radio francesa. Que es un rollo patatero, y no entiendo nada.

4. El aceite corporal.
Lo sé, es un poco raro... pero es que como tengo la piel muy seca me lo tengo que echar en la ducha todos los días. No son pijerías, de verdad, al aceite corporal en España lo compraba como la leche. Y bien barato...

Alternativa temporal: aceite de almendras delicatessen y mega pijo, comprado en Monoprix a precio de caviar. 4,50 euros el bote de cristal de 100cl. Toma ya...

5. Mi tendedero.
Uno normalito, de esos que se pliegan y se despliegan. Tecnología del futuro para los franceses.



Alternativa temporal (espero): tendedero desmontable diseñado por el demonio. Cada vez que lo pliegas se desmonta, literalmente, en 5 piezas. Tender se ha convertido en la tarea de la casa que más odio.

Habrá segunda parte, os lo aseguro. Y también cosas que me gustan de París y que no hay en Madrid!

1 commentaire:

Clark Kent a dit…

Esquire es una revista bastante interesante. Podrían moderarse con la publicidad, pero me gusta mucho, tanto los artículos como el diseño. Aquí en Dublín tienen la edición inglesa, que me parece un poco más feota que la española, sinceramente.

¡El tendedero es nuestra salvación en Dublín! Una pena que no los haya así de sencillos por allí.

¿¿¿No hay Fairy en París???